Hay ciclistas que están llamados a dominar.
Edvald Boasson Hagen era uno de ellos.
Me estoy pasando diciendo que Boasson Hagen era tan bueno? No. Si viste sus inicios estarás conmigo.
Me gustaría apuntar antes que nada que Boasson Hagen no llegó todo lo alto que prometía. Si es que puede llamársele así. Porque si valoramos su trabajo, sus ganas, su profesionalidad, su combatividad, como trabajó para sus compañeros, donde, cómo y contra quién fueron sus victorias, como buscó la victoria en las carreras, atacando desde lejos en pruebas importantes a pesar de contar con una gran punta de velocidad… no podemos hablar de fracaso.
Fracaso entre comillas, obviamente. Porque la carrera de Boasson Hagen en profesionales puede ser considerada de cualquier cosa menos de fracaso.
Y no estoy hablando de combatividad, valentía, garra, lucha o profesionalidad. Estoy hablando de nivel y de victorias.
Edvald Boasson Hagen fue capaz de poner en verdaderos aprietos en el Tour de Francia a uno de los mejores y más dominadores esprinters de los últimos años como fue Marcel Kittel, que era practicamente imbatible en aquella época. Tanto, que en ese Tour, en el que era una auténtica apisonadora, se llevó, nada más y nada menos que 5 etapas.
Aquel día la balanza se inclinó a favor de la locomotora alemana pero podía haberse inclinado perfectamente a favor del simpático y gran corredor noruego.
El País publicó al día siguiente que fue la victoria más ajustada de la historia del Tour. Por seis milímetros no se llevó Edvald Boasson Hagen la victoria ante La Aniquilación, que por aquel entonces era el mejor esprinter del mundo.
No es la única gran actuación del corredor noruego en su carrera, por supuesto, pero una actuación así, casi define a un ciclista, ya que no hablamos de un esprinter puro y Marcel Kittel era una auténtica bestia. Era el mejor con diferencia. Si tenemos en cuenta que es la carrera más importante del mundo y también la más importante para los esprinters, y en la que una victoria allí, es algo por lo que se lucha como si no hubiera un mañana y ganar en el Tour es súper importante para los equipos y los corredores, tanto que hasta puede llegar a salvar una temporada o cambiar la carrera de un corredor, no hay mucho más que añadir.
Hay corredores como Bartoli, Beppe Saronni, Chava Jiménez, Frank Vandenbroucke, Egan Bernal (lo del Iseran no cuenta como victoria) o Knut Knudsen, uno de los mejores contrarrelojistas de la década de los 70, aunque éste la rozó en más de una ocasión, que no tienen victoria de etapa en el Tour y gente como Roger De Vlaeminck, Urs Freuler, Gilberto Simoni, Franco Chioccioli o Tyler Farrar, que solo tienen una.
Edvald Boasson Hagen tiene 3 victorias de etapa en el Tour de Francia. Aunque su potencial era de ganador de 30. Y no exagero. Ya que podía ganar contra el crono, al sprint, y en fuga y tenía una buena visión de carrera y es bastante listo, algo esto último, que es clave a la hora de ganar etapas en una carrera como El Tour de Francia, y más con las características del corredor noruego.
Pero no todo es el potencial en ciclismo, como he dicho antes, y existen cosas como la suerte, el equipo en el que corras, el nivel de tus rivales y global, como le siente a tu cuerpo el entrenamiento y el paso de los años, las lesiones y como reaccione tu cuerpo ante ellas, tu jerarquía en el equipo, y otra serie de factores, que pueden ser más importantes que tu potencial (aparte de que hay cosas que no conocemos sobre un ciclista y su entorno que pueden influir mucho en el rendimiento).
Y a veces, sin saberse por qué, tus resultados y rendimiento no son los que, teóricamente, deberían ser, o como parecía que iban a ser, por lo que apuntabas en tus inicios o tu supuesto potencial.
Ha pasado con muchos corredores. Con unos por razones conocidas y con otros no. En algunos casos corredores que apuntaban a estrellas o súper estrellas se han quedado en simplemente buenos corredores e incluso en gregarios. No fue el caso de Boasson Hagen, ya que si bien no consiguió ganar 30 etapas en el Tour, ni siquiera 20, fue 7 veces segundo, 10 veces tercero, y cuenta con numerosos top 10.
Lo que nos dice que alcanzo un gran nivel y que no ganará muchas etapas no fue debido a que se quedara en el camino, sino a otra sería de cuestiones, como la suerte, la táctica, o simplemente, a que otros fueron mejores esos días.
Valverde también fue un potencial ganador de 30 etapas y solo ganó 4. Y Valverde si llegó todo lo alto que prometía. Ganar depende de muchas cosas y más en la carrera más importante, difícil y dura del mundo, como es el Tour.
En 2011 hubo muy pocas carreras en las que Gilbert perdió que le fueran. Una de ellas fue el Eneco Tour. Y se lo ganó Boasson Hagen.
Gilbert ganó ese año Amstel, Flecha y Lieja seguidas, algo al alcance de muy pocos y que solo han hecho Rebellin y él en toda la historia, San Sebastián, Brabanzona , Strade Bianche y Quebec, que son clásicas de muchísimo prestigio, el nacional belga (que es una prueba que todo belga quiere ganar y muy difícil de ganar), la primera etapa del Tour de Francia y la Vuelta a Bélgica, entre otras carreras.
En total consiguió 18 triunfos. Ese Gilbert era Lobezno. Un corredor impresionante.
Y Boasson Hagen ganó a ese corredor.
Seguramente hayáis oído la expresión «Uno di noi» asociada a algún ciclista.
No creo que haya una razón concreta para que se diga eso de un ciclista o que tenga una definición clara.
Pero todo el mundo sabe que es eso.
Cuando alguien dice que un ciclista es «uno di noi» quiere decir que es, por ejemplo, «uno de nosotros», es decir, alguien al que hay que apoyar, ir con él, celebrar sus victoiras… porque pertenece a nuestro «grupo», ya sea por valores, por su personalidad, forma de ser, por donde se ha criado, porque ataca… puede ser por mil razones. Se habla de él como si fuese de nuestro barrio o pueblo, nuestro colega… como si fuese alguien del mismo equipo de fútbol que nosotros o que se fuese con nosotros de fiesta, como si tuviese nuestra forma de pensar…
También puede ser por otra de las acepciones del término, que es «uno de los nuestros», como si estuviésemos luchando por algo y él estuviese en nuestro bando.
Obviamente en sentido metafórico. No estamos en una guerra y el ciclismo no lo es.
Pues bien, Boasson Hagen, como Kuss, Bernal o Giulio Ciccone, es para algunos de nosotros «uno di noi».
Boasson Hagen es conocido sobre todo por su etapa en Sky. En aquellos años asombró al mundo y se habló de él como una de las mayores promesas del mundo del ciclismo. Promesa… relativamente claro, ya que ya había ganado cosas como una crono en el Criterium Internacional, que era una carrera de enorme prestigio que ya no existe, y a gente como Tony Martin, que es uno de los mejores contrarrelojistas de la historia o David Zabriskie, que era otra locura de corredor, sobre todo contra el crono, la prestigiosa y muy difícil de ganar Gante- Wevelgem, tres etapas en la Vuelta a Gran Bretaña 2008, donde demostró que tenía un ataque y un final tremendos. y de ello pueden dar fe, gente como Danilo Di Luca, Maththew Goss o Fred Rodríguez, a los que batió esos días y eso que era su debut en profesionales, y cuatro en esa misma carrera en 2009 (y la general), y encima seguidas, que es algo que han hecho muy pocos corredores en la historia (ganar 4 etapas seguidas en una vuelta por etapas), y que hizo que tuviese muchos fans y se hablaran maravillas de él, hasta el punto de que en varios medios apareció la palabra prodigio al lado de su nombre.
No era para menos. Una actuación así, solo puede ser calificada de salvaje y no solo porque no abundan, sino porque hacer algo así en una carrera como Gran Bretaña, y con la participación que había, habla de alguien con muchísimo talento; muy bueno. De un corredor de esos que salen muy de vez en cuando. De un Boonen, de un Sagan, de un Frank Vandenbroucke o de un Van der Poel.
Volvamos al tema del fracaso. Cuando tú te esfuerzas al máximo, nunca puede considerarse un fracaso lo que consigas. Y este chico lo hizo. Se le ve en la cara que no va a engañar a nadie y se sabe por sus declaraciones y lo que dice la gente que lo conoce, que lo va a dar todo por el equipo, por sus compañeros, que si tiene piernas va a buscar la fuga, que en las cronos se va a exprimir al máximo por conseguir un buen resultado, que trabajando para sus compañeros no se le va poder reprochar nada porque lo va a dar todo y que va a entrenar como debe hacerse.
Por lealtad, por honor, por agradar a los aficionados, por como concibe el ciclismo, por su forma de ser, porque le gustaba competir, ganar, conseguir buenos resultados, porque corría para Qhubeka que es una asociación que lucha por paliar el hambre en Africa, que regala bicicletas a los niños para llegar al colegio y de la que dijo lo siguiente: » El trabajo que está haciendo en Africa, mejorar la vida de la gente, es algo realmente que me atrae. Me gusta ayudar a otra gente, desde luego. Se trata de correr por Africa».
Por eso y mil cosas más, Edvald Boasson Hagen dio el máximo mientras compitió. Y si lo haces, si das todo lo que tienes, no solo no has fracasado, sino que has triunfado.
Y más si consigues 81 victorias como hizo él. No es moco de pavo, que diría el maestro Ares. Y sabe bien de lo que habla. Cuando tú y yo le escuchábamos en la radio en los 80, él ya sabía 5 veces más que nosotros de ciclismo.
Boason Hagen seguramente tenía potencial para ganar varios Monumentos y ser Campeón del Mundo. No fue así aunque tiene exhibiciones solo a la altura de genios como Frank Vandenbroucke, Jan Ullrich o Mathieu Van der Poel.
Pero era un ídolo. Y a veces, eso es mejor, es más difícil de conseguir y tiene más valor, que ganar muchas cosas importantes.
Un saludo, gracias por leerme y larga vida al ciclismo.
PD: Creo que me he dado cuenta ahora de que he estado hablando todo el rato en pasado. Quizá sea porque está sin equipo para el año que viene todavía.
Guiño.
Skyblu (@ZS20182 en X, antes Twitter).
