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Tour de Flandes 2023

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Pogacar ya es un ciclista de culto. Es lógico y normal. Es uno de los corredores más atractivos de ver del momento, una auténtica máquina, que es lo que mejor lo define como ciclista, un chaval encantador, ha hecho carrerones espectaculares como el de ayer, la Strade de 2022 o la Paris- Niza de este año, y la narrativa que le acompaña es muy muy potente, a pesar de ser errónea y de no hacerle ningún favor al ciclista.

Esa narrativa lo endiosa y le puede hacer creer que está por encima de cualquier ciclista de la actualidad, que es lo que viene a decir, además de casi dar por sentado que su palmarés va a estar a la altura de los mejores de la historia. De gente como Hinault, de Indurain, de Roger De Vlaeminck. Incluso lo comparan con Merckx y se hacen cábalas sobre si superará el número de victorias de Merckx en cuanto a Monumentos, Tours… porque a su edad nadie ha conseguido lo que ha coseguido él.

Permitidme que tenga mis dudas sobre ello y sobre lo que se dice de que va a marcar una época y se va a hinchar a ganar Monumentos y Tours. Lo más probable es que si tiene suerte gane varios Monumentos más y luche por ganar y gane más Tours. Pero siendo contemporáneo de corredores como Evenepoel, Van der Poel, Van Aert, Bernal o Vingegaard, todo indica que va a perder carreras. Y no solo dos, ni tres. Más. Y que es muy difícil que sea un dominador y que su palmarés vaya a estar a la altura de los más grandes de la historia con corredorazos así luchándole Liejas, Tours, y Mundiales.

Una narrativa como la que le acompaña puede hacer que tengas un exceso de confianza, y lo que es peor: que ese exceso de confianza te lleve a perder carreras.

Porque tener un exceso de confianza quizá no sea tan importante a la hora de afrontar una carrera como las piernas, la fortaleza mental o lo que hayas entrenado.

Pero puede ser determinante.

Porque en un día se pierde una gran vuelta. En un día se pierde un Tour de Francia. En un día, y por un exceso de confianza, Fignon perdió la carrera más importante del mundo, El Tour, en su ciudad natal: Paris.

Ante un súper- clase como LeMond, sí, y que hizo una crono marciana, sí, pero por un exceso de confianza.

Pogacar, y con esto acabo mi reflexión sobre este tema, es un corredor flipante, y ayer dio un recital. Pero al igual que lo dio Van der Poel en la Milán- San Remo, y lo que es más importante: ante él.

Y esto no es decir que Pogacar sea un corredor del montón… o es restarle mérito a sus victorias, y repito una vez más que me gusta mucho  como corredor y me cae genial: es la realidad.

Sigamos.

La carrera de ayer de Pogacar fue una exhibición. Un burrada. Algo demencial. A 110 de meta ya andaba metido en cortes, atacó mil veces y llegó a meta en solitario tras «pasarle por encima» a Van der Poel en el último Kwaremont.

Lo cual no quiere decir que Pogacar sea mejor que Van der Poel. Lo fue ayer. Pero no deja de ser solo una carrera, el esloveno tuvo unas de las mejores piernas de su vida, no sabemos como llegó Van der Poel a la carrera ni que día tuvo, ni si coincidió que en el Kwaremont en el que lo suelta Pogacar no iba muy bien (no se va siempre igual durante una prueba así), y el holandés acababa de ganarle en San Remo.

No os dejéis llevar por los que dicen que juega en otra liga. Es muy bueno. Buenísimo. Un corredor con un potencial inmenso y con una de las formas de correr más atractivas que ha habido en muchos años. Es Jack El Destripador. Lo más parecido que hay a un Corsario Pirata corriendo junto a Van der Poel y Remco.

Es una auténtica trituradora cuando tiene el día. Como lo fue en la Strade que gana, como lo fue en Lomabardía 2021. Como lo fue, por qué no, en Jaén este año o en Paris- Niza.

Pero hay gente muy buena ahora. Remco, Van der Poel, Van Aert, Vingegaard, Roglic, Bernal… Corredores que no se rinden facilmente y que son auténticos cracks y que le han ganado y le ganaran carreras.

Y no… no soy hater de Pogacar. Simplemente veo las carreras. Las analizo. Y digo lo que pienso porque me parece que tiene valor ya que llevo muchísimos años viendo ciclismo y «veo todas las carreras» actualmente. Y conozco a los corredores y las competiciones.

Volvamos a la carrera.

El Tour de Flandes de 2023 fue uno de los mejores de los últimos años, ya que a la exhibición de Pogacar, hay que añadir que la carrera se rompió a muchos kilómetros de meta y que hubo incertidumbre sobre quien ganaba hasta el final, debido a que Van der Poel es un grandísimo rodador y la diferencia que llevaba Pogacar no fue Game Over hasta los últimos 4 o 5 kilómetros.

En una carrera como Flandes, un corredor puede reventar en cualquier momento con más de 270 kilómetros en las piernas y con full- gas tan salvajes como los que se producen en los muros, y no olvidemos: en los tramos de llano, de esta gran carrera.

Nadie sabe cuando le van a abandonar las fuerzas y si va a ser a él  o al que va detrás (o a los que  van si son más de uno).

Eso hace que estas carreras sean preciosas, emocionantes, increíibles…

No hay más que recordar el crack de Van der Poel en el sprint por la victoria de 2021 contra Asgreen. Nadie se lo esperaba. Pero estas carreras son así.

Por eso son tan bonitas.

Hay más cosas de las que hablar sobre este Tour de Flandes. Como por ejemplo de la actuación de Van Aert. Un Van Aert al que reventó Van der Poel con un ataque en el Kruisberg y que solo pudo ser cuarto, perdiendo de nuevo un sprint en carrera importante.

No tuvo su día. Hay días en los que no estás como sueles estar habitualmente, la mayoría de las veces sin saber por qué, y ayer le tocó a él. Una pena. No se lo merecía.

Pero no es de los que se rinden y lo veremos en Roubaix el domingo que viene luchando por ganar La Pascale.

La carrera no decepcionó, ya que si bien es cierto que se esperaba una lucha al final entre los tres grandes favoritos y el fuera de Van Aert en el Kruisberg nos privó de ello, la fuga que se produjo antes del Molenberg animó mucho la carrera, ya que iba en ella gente muy buena como Van Hooydonck, Narváez, Mads Pedersen, Kung o Powless y llegó a tener una diferencia que hizo pensar que podían llegar, los capos se movieron desde bastante lejos, las arrancadas de Pogacar fueron una auténtica barbaridad y fue un verdadero espectáculo verlo correr.

Lo hizo como si fuera la guerra. Como si su vida dependiera de que ganase o perdiese la carrera. Como si fuera un apache.

Como si no hubiera un mañana.

Porque Tadej Pogacar perdió el Tour de 2022…

Pero esa derrota ha sido la que le ha hecho ganar Flandes este año.

Y eso… ESO… es algo que hay que admirar.

Y CONTAR.

Porque Pogacar tal vez no sea Miguel Indurain. Ni consiga tener un palmarés como Bernard Hinault o Roger De Vlaeminck. Puede incluso que no gane más Tours.

Pero Tadej Pogacar es un corredor que nos ha hecho pasar grandes ratos frente al portátil, mirando el móvil o en televisión. Ratos inolvidables. Nos ha hecho vibrar con el ciclismo.

LE HEMOS EMPUJADO DESDE EL SOFÁ PARA QUE GANE CARRERAS.

Porque Pogacar es UNO DI NOI.

Gracias por leerme y larga vida al ciclismo.

Por Skyblu (@ZS20182 en Twitter).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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