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Greg LeMond (El Ajedrecista) Parte III.

Greg LeMond (El Ajedrecista) Parte III.

Cuando estás en medio de un debate con una persona que sabe tanto de ciclismo y de Greg LeMond como Miguel González de Pedal Vintage, y dice que lo de que LeMond era un chuparruedas es una leyenda urbana, no puedes seguir insistiendo y diciendo que no es así, citar dos o tres carreras que a ti te interesen para intentar hacer creer que tienes razón tú y que sabes más que él, cuando sabes de sobra que no es así (y si no lo sabes, es peor aún porque eso se ve claramente, tras dos o tres días de leerle o hablar con él), y menos aún, si cuando lo demuestra citando carreras y situaciones vividas por el americano durante su carrera, y ha visto todo el mundo que es como dice él y que a LeMond no puede catalogársele de chuparruedas, ya que por ejemplo, tiene ataques lejanos con todo para ganar Monumentos, Mundiales y Tours de Francia, tenía el récord de mayor diferencia en un Mundial sobre el segundo de los últimos 50 años hasta que Remco sacó más de 2 minutos el año pasado, o sacó la salvajada de tiempo que sacó en la etapa de Alpe D´Huez junto a Hinault, (más de 5 minutos), y te dice el motivo o los motivos por los que ha estado a rueda en carreras en las que ha sido criticado por eso, seguir asegurando que LeMond era un corredor defensivo.

Y encima viniendo a decir algo como «qué estás diciendo; no es así, cállate anda», medio faltarle el respeto, y hablar como si él no tuviese ni idea y estuviese haciendo el ridículo, con condescendencia , como si estuviese claro que tú sabes de sobra que era un corredor muy conservador y que con eso vale, y que él está diciendo una gilipollez, en un tono como si tú fueras un maestro y él un alumno al que respondes por compasión, medio riéndote, en un tono chulesco y con desprecio, cuando te dobla, siendo muy generosos, en conocimientos sobre el americano y  conocimientos ciclistas…

Lo peor de todo es que se note que el corredor no te gusta y que lo que dices, lo dices por esa razón. Encima no estas siendo justo delante de todo el mundo y lo que tú creías que era un triunfo, es todo lo contrario, ya que la gente de hoy en día, pilla enseguida los timos y va cogiendo matrículas (lo cual no te va a beneficiar nada en muchos sentidos).

Seguramente habrá quién piense o me diga que me he pasado, acusando a alguien de cosas gravísimas, o que lo que he dicho ha sido con ánimo de ofender y para desprestigiar a alguien. No señores, no he hecho tal cosa; no me dedico a eso. Solo he contado cosas que pasan, sin decir donde, ni he dado ningún nombre.

Y tampoco he dicho que esas personas merezca ir a la cárcel o sean una especie de villanos de la Marvel que van a hacer todo el daño posible a sus enemigos.

Bullseye, Fenix Oscura y el Doctor Muerte (ign. com)

Lo peor de todas estas cosas, es que luego te encuentras con gente que dice cosas como que Alejandro Valverde era muy bueno, pero que lo que realmente cuenta es ganar y por ello era algo muy random como corredor, ya que le valía ser segundo o tercero en muchas carreras, algo totalmente respetable y comprensible, ya que hay gente de todo tipo y hacer segundo o tercero en profesionales, y en según que carreras es un gran logro.

Y todo por un comentario de alguien que o bien ha discutido con la novia y la ha pagado con Valverde, o no sabe quién era Alejandro Valverde; un fuera de serie, un portento físico y un corredorazo como pocos ha habido en los últimos 20 años, o no tiene ni idea de ciclismo ni de la vida.  O simplemente va a hacer daño.

Valverde fue un corredor antológico. Histórico. Increíble.

Alejandro Valverde y Zdenek Stybar en Strade Bianche

Tened cuidado con lo que comentáis ya que puede traer consecuencias no deseadas para alguien o para vosotros mismos.

Calificar a LeMond de chuparruedas es como decir que Michael Jordan no tenía tiro. Con eso lo digo todo. Vi correr a LeMond y lo que vi fue correr a un campeón, a un crack, no a alguien cuya principal característica era la racanería y que era muy conservador.

No podemos llamar a correr inteligentemente, ser un rata y menos por unas pocas carreras,  y mucho menos incluir carreras que ganó y sin ser el más fuerte, como por ejemplo el Tour de 1989. Algo que muy poca gente ha hecho en toda la historia y que habla por si solo.

A LeMond le puse de mote El Ajedrecista debido a que era un fantástico estratega y leía las carreras como nadie. Era alucinante ver como se movía, como sabía lo que hay que hacer y no, para ganar una carrera, ya fuera una clásica o una vuelta por etapas, cuando debía colaborar en un grupo o no relevar, cual era el momento idóneo para atacar… Su exhibición en el Mundial de 1989 fue impresionante. Se usa mucho este adjetivo, lo sé, pero es el que mejor explica como corrió LeMond ese día.

Lo hizo todo bien. Decidió esperar a la última vuelta, ya que sabía que la carrera se iba a ganar o perder ahí, a pesar de que debido al día de perros que hacía ese día y a un recorrido salvaje para ser un Mundial, iba a ser una carrera durísima y había que llegar al final con fuerzas, algo que en un Mundial, y más así, no es nada fácil y no pasa siempre, aunque seas el mejor corredor del mundo, sobre todo porque son carreras muy largas y se va a mil por la importancia de la prueba y el nivel de los participantes.

En la penúltima vuelta, Steven Rooks atacó en la subida más dura y se fue en pos de los dos hombres que iban por delante, Thierry Claveirolat y Dmitri Konyshev. Dos muy buenos corredores. Su ataque no fue una probatura, salió con la intención de ganar la carrera, con una fuerza descomunal y mucha determinación. Sin mirar atrás. Rooks era un corredor súper peligroso. Era un corredorazo, uno de los mejores del mundo, alguien muy bueno. No solo alguien que entrena mucho o que siempte está muy en forma. Pero LeMond no salió. Creyó que no era bueno moverse y Rooks llegó en solitario antes de que finalizara la vuelta a la cabeza de carrera.

Una vez ahí, siguió con su All- In tirando con fuerza de su grupo, mientras LeMond iba en un grupo de 9 corredores en el que estaban Fignon, Kelly y Bugno entre otros. Los tres tenían una clásica salvaje y dos de ellos un sprint demoledor: Kelly y Bugno.

Rooks llevaba unos 17 segundos, una ventaja que no es mucha y no te garantiza nada, pero a esas alturas de carrera puede reventar cualquiera en una prueba así y al holandés se le veía fortísimo.

Steven Rooks y Thierry Claveyrolat (Mundial de Cambéry)

La carrera estaba emocionantísima. Comienza la última subida a Montagnole. Al poco de comenzar se mueve Bauer con Fignon a su rueda, pero no se van. LeMond ni se  inmuta. Va a cola de grupo controlándolo todo. Llueve a cantaros.

Se mueve Fignon. A lo bestia. Moviendo unos wattios bestiales. Los que se ponen a tirar atrás desisten a los pocos segundos de hacerlo porque ese ritmo es una auténtica locura.

Los gritos de apoyo y animo del público hacen que Fignon apriete aún más. Sigue lloviendo a cántaros.

De repente aparece en imagen LeMond subiendo como una pantera a punto de conectar con Fignon. La velocidad del americano es el doble que la del fránces, que no da crédito a que esté ahí el americano, que se queda unos segundos a rueda del parisino, muy pocos, tal vez no llegaron ni a diez, y le ataca. Fignon responde con dificultades pero lo caza. LeMond mira para atrás y lo ve a su rueda, y vuelve a atacar. Fignon tras perder unos pocos metros vuelve a coger la rueda del de Estados Unidos, y justo en ese momento LeMond vuelve a ponerse de pie para dar otro arreón.

Están a punto de cazar al grupo de Rooks cuando LeMond vuelve a ponerse de pie para acelerar y esta vez si es un fuera de Fignon; por fin tumba l francés, que ve como LeMond se le va sin poder hacer nada y caza a los de delante.

Comienza el descenso. LeMond se pone en cabeza. Fignon no ha perdido mucho porque su reventada ha sido muy cerca de la cima y puede enlazar. El francés no es de los que se rinde fácilmente y va a vender muy cara su derrota, ya que encima corre en casa y le acaban de ganar el Tour y en su ciudad. Es un campeón.

Consigue cazar, y al poco de hacerlo, ataca. Es un descenso peligroso por la lluvia y puede ser decisivo. LeMond, que lo sabe, va a por él y lo caza. Es una carrera importantísima y no se puede andar jugando con fuego. A alguien como Fignon no se le puedan dar unos metros porque te puede destrozar.

Se llega al llano y se produce un parón y las típicas miradas. Todo el mundo desconfía de todo el mundo. La tensión se palpa en el ambiente. Se están jugando la victoria en todo un Mundial. Hay nervios y se ve.

Salta Claveyrolat. El grupo de cabeza lo formaban LeMond, Fignon, Rooks, Konyshev, y el citado Thierry Claveyrolat. LeMond acelera codo con codo con Konyshev para que no se vaya el francés. No está por la labor de perder un Mundial por tardar en tirar o dejar que le lleve otro para adelante.

Llega Kelly al grupo. Es muy rápido. Pero cuentan más cosas aparte de esa en un sprint, y más si tenemos en cuenta que es un carrera durísima y muy larga, y que ha hecho muy mal tiempo.

LeMond está corriendo muy bien. Concentrado, atento, es listo y lo está siendo y mucho.

Se van por delante Konyshev y Claveyrolat. LeMond, tirando más con el corazón que con las fuerzas por las alturas de carrera en la que nos encontramos y por el desgaste sufrido, ya que además de atacar en la última subida varias veces y dejarse allí muchas fuerzas porque tenía que hacer unos ataques muy bestias, debido a que el que iba con él era Fignon que es un grandísimo corredor y muy correoso, es el que se carga esa fuga.

El siguiente intento es de Fignon, a los pocos metros. Amaga, mira para atrás, y cuando LeMond se pone a su rueda, vuelve a arrancar esta vez con más fuerza. LeMond vuelve a ir a por él y lo vuelve a cazar. Esta carrera no se la van a ganar por tonto,por  correr mal tácticamente o por no gastar.

Tan cerca de meta, unos metros pueden ser Game Over y él si algo es, es listo y un grandísimo corredor si hablamos de saber correr. Sabe cuando se le puede ir la victoria y lleva prácticamente toda la última vuelta impidiendo que pase eso.

Ha gastado una barbaridad. Pero nadie sabe como estarán sus piernas al final y él continua con opciones de victoria. Eso es lo importante.

Salta Rooks. Cuando más duelen las piernas. Arranca con una fuerza descomunal  y abre un buen hueco enseguida.

Ese ataque es muy peligroso ya que Rooks es todo casta. Nadie se pone a tirar. LeMond acaba de secar dos ataques prácticamente seguidos,  por lo que necesita recuperar.

Pero se le va la victoria, así que tirando de clase y carácter se pone a tope y caza a Rooks. El carrerón del corredor de los Estados Unidos está siendo impactante, de esos que no se olvidan. De los que hacen afición y convierten a un corredor en ídolo absoluto. Es una carrera de crack de manual.

Se llega al último kilómetro. Ataca Fignon como si no hubiera un mañana. LeMond sale tras él. Su visión de carrera es espectacular y sabe que si tardan un poco en cogerle la rueda, les gana la carrera.

El ataque de Fignon es sosrtenido pero LeMond en posición aerodinámica lleva al grupo hasta al francés. Fignon para al ver que su ataque es agua, como suele decir Miguel González en casos así (por el juego de la guerra de barcos), que dicho sea de paso, y para quién no lo conozca o no lo conzoca mucho, tiene muchas expresiones y motes que merecen un lugar en el Olimpo Ciclista si hablamos de gente que habla de ciclismo en España.

LeMond mira para atrás para ver las caras de sus rivales y la situación en que van, Kelly hace lo mismo. Está nervioso. Vuelve a mirar para atrás.

400 metros. Fignon conduce al grupo en plan jefe. Sabe que lo van a desintegrar al sprint, ya que a lo mucho que ha gastado, se une que hay verdaderos tiros en las llegadas como Kelly, Konyshev y LeMond, que además es listísimo y se le ve bien de fuerzas. Algo clave en el final de una carrera así. Puede que hasta más que lo rápido que seas y también no muy por debajo de tu capacidad de controlar los nervios o de tu confianza en ti mismo.

Cualquier duda puede ser tu  perdición.

Kelly ha mirado 200 veces para atrás. Tiene muchas posibilidades de no ganar. Está demasiado nervioso y se está presionando mucho a sí mismo. Nunca ha ganado un Mundial y por sus caracterísiticas y nivel, debería llevar más de uno. Teóricamente es el más rápido y especialista de todos en las llegadas.

Fin de la parte III.

By Skyblu (@ZS20182 en Twitter (ahora X).

 

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