El Tour es la carrera más importante del mundo pero sobre todo es especial.
Puede que por ser la carrera más importante del mundo.
Pero no solo por eso sino por el público que abarrota las cunetas y las metas, por el hecho de que todas las grandes estrellas la quieran ganar, porque lo ganó Indurain, por ser en Francia que es un país que es precioso, porque se suben puertos como el Mont Ventoux, el Marie Blanque, el Galibier, Alpe D´Huez, el Iseran o el Izoard. Sobre todo por su historia y por su prestigio y por como se compite en la carrera, y porque cuando lo ves, sientes que estás viendo algo grande e importante; algo que te enamoró hace mucho por ver las imágenes en TV , el ordenador o el móvil, de un tío a tope reventando a los demás en el llano o a un corredor de tu país ganando esa carrera de la que había tantas imágenes en Google o de la que se hablaba tanto en Twitter donde viste la foto del sprint marciano de Svorada en los Campos Elíseos en 2001.
O por aquellas imágenes de Pantani en los Alpes atacando como si no hubiera un mañana que salieron en un resumen de televisión O por aquel documental de Bahamontes.
O por aquel sprint de Van Aert en el que fue Max Steel.
Puede que no fuera nada de eso y fuese la mezcla de paisajes, tipos duros como Hinault y Ocaña atacando en los puertos o la épica que se produjo aquellas veces cuando eras niño.. o yo que sé… la sonrisa de LeMond en el podio con el maillot de líder. Por qué no aquella fuga de Lucho Herrera y Fabio Parra en aquella etapa de 269 kilómetros en 1985. o las victorias de Peter Sagan, o el prólogo salvaje de Boardman en 1994. O el ritmo asesino de Wout Van Aert en Hautacam que acabó reventando a Pogacar.
Se presenta un futuro apasionante en esta increible y tan especial carrera que es el Tour de Francia. Probablemente en toda la historia de la prueba nunca haya habido tanto corredor de nivel que pueda estar en la pelea por la victoria (y encima Remco y Pogacar son dos de los corredores más ofensivos que ha dado el ciclismo en muchos años).
Si bien es cierto que casi siempre ha habido varios corredores con opciones de ganar, también es cierto que casi siempre uno era bastante mejor que los otros.
Si hablamos de talento hay un corredor que sobresale por encima de los demás: Remco Evenepoel. Y que no os engañen. Porque es así.
Pero el Tour no se gana solo con el nombre. Como diría Bemancio: es de primero de ciclismo. Hay que entrenar duro y no siempre se está igual, ni física ni mentalmente, por lo que unos años puedes llegar tú mejor preparado a la carrera y otros tus rivales.
A eso hay que sumar que todos los años no son iguales y las preparaciones varían, y que si has perdido el año anterior el Tour, o ese muchas carreras, o peor aún: si te han pasado por encima en alguna importante, puedes llegar mentalmente tocado, o con ganas de demostrar quién eres y con un entrenamiento espectacular a tus espaldas.
Ganar el Tour es muy difícil. Como decía Anquetil, es una carrera muy larga y muy dura. En la que pasan muchas cosas y hay mucho terreno para atacar. Y si tienes rivales como Bernal, Pogacar o Vingegaard más, ya que a lo buenos que son hay que sumar lo competitivos que son.
Y no solo eso, sino que gente como Enric Mas, Roglic, y algún otro, incluyendo gente que todavía no está considerada como favorita al Tour por su juventud, pero que todos sabemos, que si nada se tuerce, pelearán por ganar, pueden llevarse la carrera.
Roglic y Enric Mas ahora mismo no están muy lejos de Evenepoel, Pogacar, Bernal y Vingegaard y tienen casi tantas opciones como ellos. Algo distinto no es comprable, ya que el actual Enric se codea e incluso le ataca a Pogacar, y le ha llegado a ganar, y en una clásica, siendo bastante mejor que él, y Roglic sigue siendo un corredor brutal, cuyo único problema han sido las caídas y la causa, seguramente, de que no haya estado en la pelea por ganar los Tours de 2021 y 2022 y la Vuelta de 2022. No es cierto ni que esté en declive ni que sea menos corredor que antes y sigue siendo candidato a ganar el Tour, y encima él está convencido de que puede ganarlo.
No obstante, por edad, es muy difícil que sea el dominador del Tour en los próximos años. Algo para lo que solo cuentan 4 corredores, a no ser, que, alguno de los jóvenes más prometedores de la actualidad se les unan. Algo que no es difícil que pase.
Esos corredores son: Bernal, Pogacar, Vingegaard y Evenepoel.
Bernal tiene el hándicap de que debe recuperar el nivel que tenía antes de la caída pero si tenemos en cuenta como va, y que Evenepoel y Jakobsen han vuelto a ser máquinas tras caídas similares en cuanto a gravedad, nada hace pensar que no vaya a hacerlo y siendo el corredor que es obviamnete tiene que estar en la lista. Le sobra calidad y carácter para que se lo considere como uno de los candidatos a dominar la carrera francesa y quien diga lo contrario no conoce a Egan Bernal.
Fin de la Parte I.
By Skyblu (@ZS20182 en Twitter).
