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Promesas de gloria.

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Promesas de gloria.

Paul Magnier consiguió la victoria en la tercera etapa del Tour de Oman. El final era en una subida cuyo final era durísimo y aplastó a todo el mundo.

Ese triunfo traía promesas de gloria.

Se puede decir que ese triunfo de Magnier no traía promesas de gloria, que no decía que ese corredor iba a ser un crack, ya que era solo un triunfo y no había gente muy buena. Lógicamente si miras la clasificación y ves que segundo fue su compañero Lamperti, y tercero Coquard, puedes decir que no es para tanto.

Pero si miras la edad del chaval, 19 años, si piensa bien quién es Coquard, que es uno de los mejores del mundo en finales así, si ves que quinto fue Roger Adría, que está andando mucho desde hace tiempo, noveno Kristoff y décimo Fisher- Black, piensas en cómo se subio ese día, en que a Magnier no lo conocía casi nadie, y en que venía de ganar al sprint en Mallorca, en su primera carrera con Soudal Quick- Step, y en la superioridad con la que ganó en Omán, dices ojo…

Lo que más me impresionó en su victoria en Omán, fue que en los últimos metros, cuando todos estában cansadísimos (se veía en las caras y en el pedaleo), cunado más duelen la spiernas, él seguía acelerando y acabó fortísimo. Acabando de llegar al profesionalismo.

Nada más llegar ya les ganaba a todos y siendo muy superior. Eso no está al alcance de cualquiera. Normalemnte solo de un fuera de serie.

Pero eso no es todo: Con 18 años, fue segundo en una etapa del Tour de Limousin, una etapa que acababa en subida, y en la que había un montón de cotas. Direís, bueno, eso está muy bien, pero el Tour de Limousin… Pues no, el Tour de Limousin es una carrera en la que se compite al máximo, como en la mayoría de carreras menores, entre comillas por supuesto, que se celebran en Francia. Es muy difícl ganar e incluso hacer puestos. Pero no es solo por eso por lo que me asombro, es que fue mejor que Mozzato, segundo en el Tour de Flandes de este año, Cosnesfroy, uno de los mejores corredores del mundo en clásicas así, y ya más atrás… gente como Greg Van Avermaet o Jesús Herrada…

Fue solo una carrera sí, pero eso no es casualidad.

Sus números asombran. Daniel Lloyd lo calificó de bestia, tras su victoria en Mallorca y en Twitter también se dijo de sus números en Omán que eran impresionantes.

Si pones su nombre en YouTube, seguramente te salga un vídeo de Remco con él, en el que Remco dice que es muy especial y que cree que va a tener un gran carrera. Magnier dice que está muy orgulloso de competir con Remco, y que es un gran ciclista.

Santi Aldama, jugador de los Memphis Grizzlies, dijo hace poco que no quería decir que nombres podían estar en la NBA la temporada que viene, en cuanto a españoles se refiere, ya que la presión no es buena. Es un punto de vista totalmente válido, y me parece un gran gesto de Aldama, pero yo no estoy totalmente de acuerdo. Si bien es cierto que creo que no hay que decir que un chaval va a llegar muy alto o que va a ganar tal o cual carrera, si que creo que se puede decir que puede llegar muy alto, o que puede ser una estrella.

Una cosa  es decir que va a ser algo, y otra que puede ser algo. Lo que tampoco hay que hacer es decir cuando un chaval no consigue resultados, o su rendimiento es peor de lo esperado, que ha fracasado o no es tan bueno como se pensaba. No hay que exigirles nada. Tampoco hay que decir que va a ser el nuevo Indurain o que va a ganar el Tour a nadie. Yo, si un corredor no consigue los resultados que esperaba, no me pongo a criticarle ni a decir que no es tan bueno como pensaba. Pero sí digo, cuando alguien me parece que tiene mucha calidad, que puede llegar muy alto y si hace carreras espectaculares, lo digo. No hay que negar la realidad. Y prefiero decirle a un ciclista que es bueno, antes que es malo. Además ellos lo saben. Saben lo que valen. Y a todo el mundo le gusta que se le reconozcan sus logros. Y motiva y te lleva a trabajar más.

Es que hay cosas que son evidentes. Yo bailo muy bien, siempre lo he hecho. Contar algo así puede parecer narcisista. Quizá lo sea, pero en mi caso: no es ese el principal objetivo de mi comentario, y ni siquiera sé si ese es un objetivo, así que antes de que crees un hilo en X, atizándome y acusándome de que utilizo mi Web para intentar hacer creer al mundo que soy una mezcla entre Batman, Cary Grant y Steve Cram, y que lo único que busco es alimentar mi ego, y chulear de logros, lee un poco más y verás que lo que realmente quiero es explicar algo mediante una experiencia personal.

No hay ningún problema en decir que haces una cosa bien; el problema lo hay cuando haces una cosa mal.

Contar algo sobre ti no es intentar hacerle la vida imposible a un compañero del colegio, simplemente porque es más inteligente, querido y más guapo que tú, tiene más amigos que tú, juega muy bien la baloncesto, y sale con la chica más guapa de la ciudad, y le tienes envidia. Me suena esta historia. No sé por qué.

Cuando era un adolescente, y joven también por qué no, e iba a las discotecas y demás garitos de la noche en las diferentes ciudades y pueblos por los que salía, y me ponía a darlo todo bailando, a hacerlo lo mejor que podía, con un tema techno o trance que me gustase mucho, con un número 1, con un temazo, veía las caras de la gente y no soy ciego: eran de absoluta admiración. Algunas hasta de asombro. No os miento.

Alguna vez creo que ligué por eso sobre todo. O puede que no, Pero como dicen en el libro de la Historia Interminable, «Esa es otra historia que debe ser contada en otra ocasión»

Probablemente hayais oído la expresión «el rey de la discoteca». puede que ese fuera yo en algún momento.

Y de una de las discotecas más importantes del mundo. Probablemente la número 1 aunque eso no me corresponde a mí decidirlo.

En esa discoteca se sentía la presión. Se iba a bailar y a hacerlo lo mejor posible.

Yo sé que fui un ídolo allí. Sé que bailaba muy bien.

Como sabe Paul Magnier que tiene mucho potencial como ciclista.

The Cheetah, que es así como yo le llamo, y que significa El Guepardo, tiene un sprint demoledor, que es para mí la palabra que mejor define su sprint, se exhibió en Gran Bretaña. El adjetivo para calificar lo que hizo es asombroso.

Ganó la primera etapa, que fue una etapa que se hizo muy dura debido a las cotas y los ataques, en la que se fue a mil por hora en los kilómetros finales, y en la que fue lanzado por Remco y Alaphilippe.

La pelea fue tremenda en los dos últimos kilómetros, y cuando se dobló la última curva, Paul Magnier salió con una  fuerza descomunal, vedlo porque merece la pena, y una convicción tremenda, que indicaban que iba a ganar. Cuando alguien sale así, y tiene tanta calidad, ni se te ocurra decir que va a ganar otro porque es Game Over.

Batió a Vernon, un tío rapidísimo, que es capaz de ganar a cualquiera, Donaldson, ex-compañero suyo en el Trinity, Pidcock, casi nada, y Van Uden, que es uno de los hombres más rápidos del momento. Viendo el final repetido me vino a la mente la frase del rap de Sagan de Bemancio: «Coge a los rivales y como Hulk los machaca».

Fin de la Parte I.

By Skyblu (@Skyblu40 en X, antes Twitter)

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