Una de las cosas sobre Frank Vandenbroucke que menos sabe la gente es que fue muy bueno en pista. Ganó varios Campeonatos Nacionales Belgas en diferentes modalidades y categorías. Si tenéis hijos y les habláis de él para que sea su ídolo porque os gusta como compitió, que no se os olvide contárselo: la pista es un mundo brutal.
Esas posturas, la velocidad, el velódromo, el récord de la hora, Ganna y la actual selección italiana, Chris Boardman, el gran Graham Obree, sobre el que hay una película muy buena llamada «El Escocés Volador», la lucha por las medallas en los Juegos Olímpicos, la espectacular bici de Moser del récord de la hora con una rueda gigante..
La primera vez que Franky ganó el Nacional de Pista fue en 1990. Tenía quince años. A esa misma edad su padre lo llevó al Mundial de Chambery donde le dejaron entrenar en el circuito junto al equipo élite de la selección belga; el de los profesionales. En el estaban Edwing Van Hooydonck, que es el tío de Nathan Van Hooydonck, que desgraciadamente ha tenido que retirarse cuando estaba consiguiendo ser uno de los mejores del mundo como lo fue en las categorías inferiores, Claude Criquelion, Johan Bruyneel, Etienne De Wilde, Carlo Bomans y Jean Marie Wampers, que fue el ganador de la Paris- Roubaix de 1989, entre otros. Corredorazos. Y profesionales.
No cosiguieron descolgar a Vandenbroucke en el repecho más duro del circuito.
Una de las carreras más legendarias de la historia es la de Frank Vandenbroucke en la Vuelta a España de 1999. De su exhibición antológica en Navalmoral y de que fuese un tiro subiendo por el pavés de las murallas de Avila, de que subiese como si fuese un halcón esos últimos metros, de ese DESCOMUNAL FINAL, se ha hablado y escrito mucho, así como de su victoria en Teruel.
Pero del causante de que eso ocurriera no. Y fue el amor.
No fue su talento o que era uno de los mejores corredores del mundo, (para algunos el mejor aquella temporada), su ambición o que volaba aquella temporada. No fue nada de eso: FranK Vandenbroucke se iba a retirar en aquella Vuelta en la etapa 10 para preparar el Mundial (un Mundial, que por cierto, no pudo ganar ya que se cayó y fracturó el escafoides en esa misma carrera, y aún así, acabó e hizo séptimo), y no lo hizo debido a que se enamoró. Se quedó en la Vuelta a pesar de que el equipo no quería, debido a que conoció a una chica allí y como ella trabajaba para un equipo que corría la Vuelta, Saeco, no podía llevársela con él.
Con esa chica terminó casándose y tuvo una hija.
Pero antes de eso, en esa Vuelta, ganó dos etapas para ella. Antes de una le dijo «mañana ganaré la etapa por ti», y antes de la otra: «mañana te voy a traer el ramo de flores».
Vandenbroucke dio muchas exhibiciones durante su carrera a pesar de que tras 1999 nunca volvió a tener ese golpe de pedal que enamoraba y aplastaba a todo el mundo y que le hizo destrozar a Bartoli en la Redoute en la Lieja de 1999 cuando el corredor italiano era Rocky Balboa, volar en el Tour de Flandes, luchar por el podio en la Paris- Roubaix debutando, o hacer una OHN salvaje.
Pero nunca, nunca… se le vio como en la Vuelta. Y eso, probablemente, o me vais a perdonar: sin ningún lugar a dudas, fue por la motivación que tenía por estar enamorado y, debido a que las victorias fueran para su enamorada: Sarah.
Siempre se ha dicho que fue su mejor carrera. Y seguramente así sea.
Y os aseguro que si no habría sido un carrerón de los que hacen afición, asombroso, puro thrash metal, no se hubiera escrito y hablado tanto de ella y gente como la de foros, que es súper exigente y que acostumbra a dar más palos que repartir elogios, porque del ciclismo se habla así, como Miguel González o Izoard, o como muchos otros, si lo que hizo Vandenbroucke hubiese sido solo una buena o gran carrera, o una exhibición normal, no hablarían de algo marciano. Hay cosas que no se regalan.
Como ser una leyenda.