Cuando tu corredor favorito se retira normalmente es un día triste. No voy a engañar a nadie: hoy es un día triste para mí porque Zdenek Stybar ha anunciado que se retira y no solo era mi corredor favorito, sino que es el ciclista al que más he admirado y seguido, y el que más me ha gustado en toda mi vida. Con el que he vivido las carreras de un modo que no lo he hecho con ningún ciclista. Por lo tanto, hoy es un día triste.
Pero me voy a quedar con lo bueno: hoy me he dado cuenta, o mejor dicho: hoy ha sido el día en el que he sido realmente consciente, de lo grande que ha sido este tío. Que es. De lo que nos ha hecho sentir a sus fans y de que lo que ha hecho como ciclista profesional ha sido una auténtica locura. Ha estado enorme. Ha hecho carreras impresionantes y demostrado que es un crack.
Ha enseñado al mundo como se compite, aunque no haya sido el ciclista más ganador ni más famoso del mundo, y otros también lo hayan hecho.
Y le ha dicho al mundo quién es Zdenek Stybar. Un competidor nato, un luchador, alguien muy bueno, un excelente ciclista… y también, y aunque no tiene nada que ver con lo anteriormente citado, una excelente persona.
Por la cabeza pasan ante mí imágenes de Zdenek en Roubaix, a toda leche por el pavés con el maillot de campeón checo (precioso por cierto), brincando sobre los adoquines, curveando, a punto de caerse… También pasan ante mí fotos de Google suyas con el maillot anteriomente citado, fotos de entrevitsas suyas y posando para las fotos de «promoción» del equipo con la equipación de The Wolfpack …
Vienen a mí mente una y otra vez.
Pasan ante mis ojos recuerdos de todo tipo y de muchas carreras, de él luchando, atacando, ganando… reventando…
Tengo que decir que he llorado. Poco. Pero lo he hecho tras ver en el móvil en X que había dicho que se retiraba. No me lo he permitido más que unos segundos. Porque es un momento que tenía que llegar, había dicho que era muy difícil que continuase, y como dije aquí no hace mucho, si algo no tiene remedio, no hay que ponerse triste ni pensar en ello, ni llorar. No tiene remedio y no tiene sentido, así que a otra cosa y a pensar en el futuro y en cosas positivas, como suele decir Saul Miguel de Eurosport y Pedal Vintage.
Obviamente le voy a echar de menos. Vivir sus carreras es una de las mejores cosas que me ha pasado desde que sigo el ciclismo.
Y no ha ganado el Tour, ni Roubaix ni San Remo, y cuando era el gran favorito en 2019 para ganar el Tour de Flandes (los que sabemos, tras verle en el Algarve, Omloop Het Nieuesblad y E3 lo teníamos claro), reventó en el Kruisberg (porque estaba enfermo pero eso no lo sabíamos en ese momento; hay que esconder las cartas a veces). Fue un palo muy gordo, ya que estaba para ganar. Yo que lo conozco bastante ya que hace tiempo que no me pierdo casi ninguna carrera suya importante, o en la que pueda ganar, estaba convencido de que ganaba. No me preguntes por qué, pero estaba convencido de ello.
Ese golpe de pedal, esa mirada… Esa subida a muro,… El estado de forma de su equipo… Sus victorias en OHN y E3, la primera, por fuerza sobre todo, aunque también por inteligencia en carrera, porque corrió de cine), ya que Van Avermaet hizo todo lo que supo tras el ataque del checo, a unos 2´5 de meta, y acabo «reventando»…
Encima llegó Roubaix y llegó mal. Lejísimos del estado de forma que tenía anterior a la enfermedad. No se le vio delante praccticamente en toda la carrera, y si está medianamente bien, siempre va en cabeza en una carrera así cuando pueden pasar cosas. Esto es, a partir de que quedan unos 100 kilómetros.
La suerte no ha sido la mayor aliada de Stybar en su carrera. Todo lo contrario. Podríamos estar aquí horas hablando de eso. Ya en su primera gran actuación importante en profesionales, mejor dicho, en su Roubaix asombrosA en 2013, quedó fuera de la lucha por la victoria por un percance, cuando estaba siendo Kaka yendose de un contrario por fuerza y velocidad, cuando iba nada más y nada menos que con Cancellara y Vanmarcke 2013, a muy poco para el final en el Carrefoour de l´Arbre. Ha perdido dos sprints por la victoria en Paris- Roubaix.
Cuando consiguió volver a ser él tras un 2021 con multitud de problemas, como se comprobó en la Paris- Niza 2022 al ser el último en aguantar el ritmo de locos de los Jumbo, que consiguieron hacer 1º, 2º y 3º en meta, volvieron los problemas. Como se ha sabido a posteriori, su rendimiento en las siguientes carreras estuvo condicionado por problemas en una arteria. Tuvo que operarse de nuevo en 2023.
Como hizo en 2021, año en el que a pesar de eso, hizo séptimo en el Mundial de Flandes. Algo que nos dice que estamos ante un ciclista con un talento inmenso y ante una persona increiblemente luchadora y con una inmensa pasión por el ciclismo.
Como he dicho antes, no ha sido el ciclista más ganador del mundo ni el más famoso. Pero Stybar era un crack.
Y nada más, no me voy a extender más esta vez, ya que además seguiré escribiendo sobre él checo en el futuro. Solo quería añadir que se va un gigante, un dandy, un tipo encantador con sus fans y la prensa, con todo el mundo, Flash en los adoquines, Paul Newman en las entrevistas y con sus fans, un auténtico corredorazo, alguien impresionante.
Ha sido un placer ser fan tuyo Stybar, Estoy orgulloso de ello y de ti.
Un saludo para todos y larga vida al ciclismo. (Skyblu- @ZS20182 en X, antes Twitter).
